V. El redescubrimento de la antigüedad
Meta sin igual del Grand Tour, Roma es, a partir de mediados del siglo XVIII, objetivo central de los estudios de intelectuales, escritores, artistas, arquitectos, que aspiran a recorrerla, dibujarla, analizarla, comprenderla. Las reacciones que la ciudad suscita en cada uno de los visitantes son contradictorias y sorprendentes. De Goethe a Le Corbusier, los testimonios reflejan la complejidad y la riqueza de una ciudad, que puede ser captada, interpretada y descrita de mil maneras diferentes. Ulterior episodio está constituido por la elección de Roma como capital de la Italia Unida en 1870, que vuelve a referirse a la antigüedad como valor absoluto capaz de representar y unificar un país formado por un mosaico de culturas, tradiciones e historias significativamente diferentes. En la primera mitad del siglo XX, el distrito del E42, concebido como Nueva Roma, propone una reinterpretación en clave contemporánea de la Roma imperial y, en la postguerra, una vez recuperado el optimismo después de la derrota bélica, se despliega en el horizonte el mundo contemporáneo. La gráfica de las Olimpiadas de 1960, con la elección de los restos romanos como escenario para algunas competencias, junto con las más recientes expresiones del arte, fundadas en los temas de la Roma æterna, confirman, una vez más, la inmortalidad de ese mito.
